Hay vidas que duran un instante, su nacimiento. Hay vidas que duran dos instantes, su nacimiento y su muerte. Hay vidas que duran tres instantes, su nacimiento, su muerte y una flor. Roberto Juarroz.
domingo, 10 de enero de 2010
Ando buscando…
Ando buscando un hombre que se parezca a mí para darle mi nombre, mi mujer y mi hijo, mis libros y mis deudas. Ando buscando a quien regalarle mi alma, mi destino, mi muerte. Con qué gusto lo haría, con qué ternura me dejaría en sus manos! Jaime Sabines.
El Club de la Unión…
El Club de la Unión y el Hotel Bidart, separados y unidos por lo ancho de la calle rinden a Nueva York una especie de homenaje, una alegoría a la democracia. Como si justo el día en que al Club se le hubieran echado a perder todos sus automóviles y tuviera que tomar una micro, se le sentara al lado ese mendigo insufrible, y el Club se viera forzado a hacer en esa compañía un viaje eterno. Enrique Lihn.
Vista desde el aire
Vista desde el aire, Santiago parece una cantera enorme que produce estupor en los viajeros que llegan de ese modo por primera vez. Cuándo se comprenderá que hay que preocuparse también del aspecto que las ciudades presentan desde el aire? Luis Oyarzún.
Y nosotros;
Y nosotros; espectadores siempre, por donde quiera vueltos hacia todo, pero jamás a la lejanía. Las cosas nos desbordan. Las ordenamos. Se disgregan. Las ordenamos nuevamente y nosotros nos disgregamos. Quién nos colocó así, de espaldas, de modo que, hagamos lo que hagamos, siempre estamos en la actitud de aquel que se marcha? Como aquel que, sobre la postrera colina que le muestra todo el valle, por última vez se vuelve, se detiene, se demora; así vivimos nosotros, siempre en despedida. Rainer María Rilke.
Las épocas de la historia…
Las épocas de la historia del espíritu en que le fue dado a la meditación antropológica moverse por las honduras de su experiencia, fueron tiempos en que le sobrecogió al hombre el sentimiento de una soledad rigurosa; y fue en los más solitarios donde el pensamiento se hizo fecundo. En el hielo de la soledad es donde el hombre, implacablemente, se siente como problema, se hace cuestión de sí mismo, y como la cuestión se dirige y hace entrar en juego a lo más recóndito de sí, el hombre llega a cobrar experiencia de sí mismo. Martín Buber.
Hay que salvar al rico…
Hay que salvar al rico, hay que salvarle de la dictadura de su riqueza, porque debajo de su riqueza hay un hombre que tiene que entrar en el reino de los cielos, en el reino de los héroes. Pero también hay que salvar al pobre porque debajo de la tiranía de su pobreza hay otro hombre que ha nacido para héroe también. Hay que salvar al rico y al pobre. Hay que matar al rico y al pobre, para que nazca el Hombre. El Hombre es lo que importa. El Hombre ahí, desnudo bajo la noche y frente al misterio, con su tragedia a cuestas, con su verdadera tragedia, con su única tragedia, la que surge, la que se alza cuando preguntamos, cuando gritamos en el viento quién soy yo? quién es el hombre? Y el viento no responde. Y no responde nadie. León Felipe.
No existe…
No existe mayor tristeza que la de amar, pues uno puede ser separado de lo que ama. No existe mayor alegría que la de amar, pues uno puede volver a encontrar lo que ama. Nikos Kazantzaki.
El alma que anda…
El alma que anda en amor, ni cansa ni se cansa. // El más puro padecer trae y acarrea más íntimo y puro entender. // Al atardecer te examinarán en el amor. // Manso es el que sabe sufrir al prójimo y sufrirse a sí mismo. // La fe porque es noche oscura, da luz al alma que está a oscuras. San Juan de la Cruz.
Raros son…
Raros son, tanto en la vida como en el arte, los momentos sublimes y memorables. En su labor continua e indiferente, la Historia va entrelazando la gigantesca cadena de los siglos y ordena los hechos humanos de un modo para nosotros ininteligible. Todo exige tiempo: cualquier acontecimiento requiere preparación. La revelación de un genio en un pueblo cualquiera es el fruto de millones de seres que le han precedido; un momento estelar de la Humanidad significa la sucesión de horas, días, meses y años, al parecer estériles, que no se aplican hasta su culminación en algo decisivo. Paralelamente a lo que acontece en el mundo del arte, en que un genio perdura a través de los tiempos, en la Historia un momento determinado marca el rumbo de siglos y siglos. Lo mismo que en la punta del pararrayos converge la electricidad de la atmósfera, un espacio insignificante de tiempo contiene el germen de una serie de hechos que van desarrollándose en el futuro. Paralelos o sucesivos, los sucesos cotidianos van siguiendo su ritmo tranquilo e intrascendente hasta llegar a, por así decirlo, comprimirse en un instante decisivo y determinado que señala un nuevo curso a la Historia. Stefan Zweig.
Se me va de los dedos…
Se me va de los dedos la caricia sin causa. Pude amar esta noche con piedad infinita al primero que acertara a llegar. Si en los ojos te besan esta noche, viajero. Si te oprime los dedos una mano pequeña que te toma, te deja, te logra y se va. Si no ves esa mano ni la boca que te besa, oh viajero, en el viento fundida, me reconocerás? Alfonsina Storni.
Si a tu puerta llamase…
Si a tu puerta llamase alguien algún día diciendo que es un mensajero mío, ni aun siendo yo te creas que lo envío. Mas si, naturalmente, y sin oír llamar a nadie, vas a la puerta a abrir, y ves a alguien como a la espera de osar llamar, medita un poco. Ese era mi emisario y yo mismo y lo que acierta mi orgullo a soportar. Abre, pues, a quien no llame a tu puerta. Fernando Pessoa.
Quien ama de veras…
Quien ama de veras la lengua castellana tiene que amar de veras la lengua portuguesa. Ambas se fertilizan la una por la otra, y mutuamente se acarician y se halagan. Alfonso Reyes.
Don Juan es un fruto…
Don Juan es un fruto exclusivamente ibérico y proviene de la dificultad para conquistar mujeres del tipo musulmán, esto es, cuidadas por la familia o por el marido en forma celosa, cuando no recluidas en conventos, como esposas del Señor. El piropo ardiente, desconocido en París o Berlín, es el estallido de los deseos almacenados, o fuerzas viriles sin uso. Por eso el piropo es español. La peripecia para derribar resistencias sociales terribles, burlando la costumbre nupcial, son el fondo y la base del don Juan. Joaquín Edwards Bello.
Gandhi comprendió…
Gandhi comprendió muy claramente que tal vez la familia humana nunca llegue a un plano en que se extingan los conflictos, o en el que éstos no se resuelvan recurriendo a la “acción directa”. Procuró encontrar un sustituto para la guerra, no menos eficaz, pero que no dejara a los hombres envilecidos después del conflicto. Fue en esa búsqueda cuando creó la técnica del satyagraha. Literalmente esta palabra significa “persistencia en la verdad”. Su premisa básica consiste en que ningún hombre capta la verdad total, por lo que no tiene derecho moral a imponer su interpretación particular de la verdad a los demás. Sin embargo, tiene el derecho y el deber de vivir según sus propias ideas, y de oponerse a todo lo que le parezca incorrecto en las ideas ajenas. Nirmal Kumar Base.
La realidad humana…
La realidad humana es un sistema abierto: ninguna teoría, ya sea marxista o de otra índole, puede imponer la solución. La contingencia de la historia que hoy niega el humanismo, quizás negará también algún día a la negación. Mientras tanto, hay seres humanos esclavizados que deben conquistar su liberación. Nuestra misión consiste en desarrollar su conciencia del mundo y de sí mismos, revelarles lo que está sucediendo, preparar el terreno precario para las alternativas futuras. Cuando digo “nuestra” no me refiero sólo a los marxistas sino también a los intelectuales, o sea a todos aquellos que aun son libres y capaces de pensar por sí mismos e independientemente del adoctrinamiento, tanto comunista como anticomunista. Herbert Marcuse.
Más vale una verdad destructora…
Más vale una verdad destructora que un error constructivo. Una verdad dañina es útil porque sólo puede causarnos daño temporalmente, pero nos conduce hacia verdades que forzosamente tienen que sernos más y más útiles. Por el contrario, un error “útil” es dañino por el hecho de que su utilidad no es sino momentánea, y abre camino a nuevos errores que, progresivamente, se vuelven más y más dañinos. Más vale una verdad destructora. J. W. Goethe.
Tenía ese aire fatigado de los difuntos;
Tenía ese aire fatigado de los difuntos; era de los hombres de más coraje que hubo en aquel entonces, dende la Batería hasta el Sur; en cuanto lo supe muerto y sin habla, le perdí el odio. “Para morir no se precisa más que estar vivo”, dijo una del montón; y otra, pensativa también: “Tanta soberbia en el hombre, y no sirve más que para juntar moscas”. Jorge Luis Borges.
La poesía tiene que…
La poesía tiene que tener por fin la verdad práctica. La poesía enuncia las relaciones que existen entre los primeros principios y las verdades secundarias de la vida. Cada cosa tiene su lugar. La misión de la poesía es difícil, pues no se mezcla en los acontecimientos de la política, en el modo como se gobierna un pueblo. La poesía descubre las leyes que animan la política teórica, la paz universal, las refutaciones a Maquiavelo. Un poeta tiene que ser más útil que ningún otro ciudadano de su tribu. Su obra constituye el código de los diplomáticos, de los legisladores, de los maestros de la juventud. Bien lejos estamos de los Homeros, Virgilios y Clopstocks, de los Camoens y de las imaginaciones emancipadas; de los fabricantes de odas, de los mercaderes de epigramas contra la divinidad. Retornemos a Confucio, a Buda, a Sócrates, a Jesucristo, moralistas que iban por las aldeas pasando hambre! En adelante es menester contar con la razón que no opera sino sobre las facultades que presiden a la categoría de la bondad pura. Lautreamont.
El primer estudio del hombre…
El primer estudio del hombre que quiere ser poeta es el de su propio conocimiento, de un modo total. Comienza por buscar su alma, la examina, la palpa, la comprende. Una vez que la conoce tiene que cultivarla. Esto parece cosa sencilla pero es que se trata de hacer que su alma sea monstruosa. Digo que tiene que ser un vidente, que tiene que hacerse vidente. El poeta se convierte en vidente en virtud de un largo, inmenso y razonado trastorno de todos sus sentidos. Tiene que buscar todas las formas de amor, de sufrimiento, de locura; apurar todos los venenos para no conservar dentro de sí más que la quinta esencia de ellos. Inefable tortura para la que el poeta necesita de toda la fe, de toda la fuerza sobrehumana; de ahí que se convierta, entre todos los hombres, en el gran enfermo, en el gran criminal, en el gran maldito, pero también en el sabio supremo, puesto que llega a lo desconocido, puesto que ha cultivado su alma ya de suyo más rica que la de ninguno. Llega a lo desconocido y aun cuando, demente, termine por perder la comprensión de sus visiones, el caso es que las ha visto. Que reviente en medio de los saltos que da entre cosas inauditas e innominables, ya vendrán otros horribles trabajadores que comenzarán por los horizontes donde el otro se ha derrumbado. Arthur Rimbaud.
Para decirlo de una vez
Para decirlo de una vez, si entre los dieciséis y los diecinueve años se ha escrito Crepusculario y El hondero entusiasta, si a los veinte se es el autor de Veinte poemas de amor y una canción desesperada, y a los veintiuno, de Tentativa del hombre infinito, es quizá imposible ir más allá. Pero si a esa edad, y habiendo escrito esos libros, se puede aún escribir otro, ese libro será, en algún sentido, el último. Con Residencia en la tierra, Neruda llega hacia abajo, al único lugar donde podía llegar como poeta: al borde mismo del silencio, al infierno del que no pudo regresar Rimbaud. Abelardo Castillo.
Es altamente probable…
Es altamente probable que el movimiento simbolista de la poesía francesa haya constituido un factor considerable de instigación, primero para el impresionismo y luego para el cubismo. La pintura y la poesía exhibieron ciertos paralelos, y en cierto sentido análogas tendencias, con manifestaciones abstractas y representaciones metafísicas. Una gran parte de la pintura moderna es tan independiente de todo motivo de representación como lo es una ecuación matemática, y los versos más elocuentes derivan de un agudo análisis sicológico independiente de todo motivo dramático. Hart Crane.
Creyóse que la humanidad…
Creyóse que la humanidad había necesitado milenios para aprender a dibujar con exactitud, esto es, con verdad natural; creyóse realmente que la producción artística queda en cada momento determinada por un progreso o un retroceso en esa capacidad. Pasó inadvertido el conocimiento —tan cercano sin embargo y hasta tan obligado para el investigador que quiera comprender muchas situaciones en la historia del arte— de que esa capacidad es sólo un aspecto secundario que recibe propiamente su determinación y su regla de la voluntad, factor superior y único determinante. Mas la actual investigación en la historia del arte no puede prescindir de ese conocimiento. Para ella ha de ser axiomática la máxima siguiente: se ha podido todo lo que se ha querido, y lo que no se ha podido es porque no estaba en la dirección de la voluntad artística. La voluntad que antes pasaba por indiscutible, se convierte ahora en el problema mismo de la investigación. Ahora bien, cuando consideramos el arte pretérito, creemos percibir una diferencia notoria entre la voluntad y la capacidad; pero esa diferencia no es sino la diferencia entre nuestra voluntad artística y la voluntad de la época pretérita. Guillermo Worringer.
El arte…
El arte, que obra sobre la sensibilidad, sólo puede obrar por la sensibilidad. Aun cuando se parta de las proporciones más exactas, y se utilicen las medidas y los pesos más precisos, ni el cálculo ni el rigor de las deducciones darán un resultado justo. Leonardo de Vinci había imaginado un sistema, o más bien una gama de pequeñas cucharas para tomar los diferentes colores. Este sistema debía permitir una armonización mecánica. Uno de sus alumnos, a pesar de su empeño, no pudo lograr utilizar con éxito ese mecanismo. Desesperado preguntó a un camarada cómo hacía el Maestro. “El Maestro no lo utiliza nunca” fue la respuesta. Vasily Kandinsky.
El poema es…
El poema es un objeto hecho con palabras, el material más ingrato y pérfido que pueda darse: sonidos pobres en color y en variedad, signos gastados por el uso social, colmados de una multitud de asociaciones adventicias. Cuanto más trascendente es la revelación interior —inefable en sí misma, contenida en la intuición poética dentro de la noche creadora del alma del poeta, que una obra hecha con palabras tiene que expresar mediante signos y símbolos capaces de impresionar a los sentidos y seducir a la razón—, tanto más exacta y, por así decirlo, crucificante es la tarea impuesta a la virtud del arte. De nadie esperamos que haga lo imposible; sin embargo es lo que se exige del poeta. Jacques Maritain.
El pensamiento ruso es…
El pensamiento ruso es fermentación del espíritu, fuerza expansiva, explosiva más bien; pero nunca es claridad de espíritu como son Spinoza, Montaigne y algunos alemanes; es utilísimo para la expansión espiritual. Ningún autor de los tiempos modernos ha logrado penetrar y hurgar tanto en el espíritu como lo han hecho Tolstoi y Dostoievski. Pero ninguno de los dos ha ayudado para nada a encontrar un orden nuevo, y siempre que en caos interior, en sus abismos del intelecto, quieren encontrar el sentido de la vida, o del mundo, entonces nos perdemos todos irremisiblemente dentro de su solución. Ambos, Tolstoi y Dostoievski, se refugian en una reacción religiosa para salvarse del terror que les produce el abismo abierto, terrible, infranqueable, del nihilismo; ambos, llenos de angustia, se agarran a la cruz para no caer en la sima interior y, en una hora, dejan cubierto el cielo ruso, mientras que el rayo purificador de Nietzsche deshace todos esos cielos angustiosos y ofrece a los hombres de Europa la fe en su poder y en su libertad, como quien pusiera en sus manos el martillo sagrado. Stefan Zweig.
Las ideas…
Las ideas de los grandes hombres son patrimonio de la humanidad; lo único realmente privativo de ellos son sus singularidades y sus manías. Marcel Schwob.
Si un hombre vive…
Si un hombre vive, está siempre en peligro, porque puede morir. Aunque debe admitir que el peligro es menor para los que desde un principio están más muertos que vivos. Henry David Thoreau.
Fueron los novelistas del boom…
Fueron los novelistas del boom quienes asimilaron las obras de Vallejo, Neruda, Huidobro y en este momento son los jóvenes poetas quienes han sabido aprovechar la decantación de las voces de García Márquez, Carpentier, Lezama. Con sus propias herramientas de trabajo tanto los novelistas como los poetas encontraron en sus respectivas lecturas la capacidad metafórica para abordar una realidad, encontraron el camino para dotar de una imagen plástica al mundo cotidiano. Ramón Cote Baraibar.
Nadie y renadie…
Nadie y renadie ni antes ni después ningún mortal del aire así tan entero tan pellín y hombre tan unimiento primordial como nuestro padre violento. Se nace rokhiano con amarditamiento y lozanía, se nace rokhiano sin estridencia pensando piedra y dignidad, se nace rokhiano comiendo esa pobreza acomodada que es la pobreza más pobreza de todas las pobrezas, nadando mundo, hablando de hombre a hombre con el callamiento, apartado a la órbita única de ser sílaba en el Mundo, vertiente. De Rokha fue vertiente. Gonzalo Rojas.
Pablo de Rokha incorpora…
Pablo de Rokha incorpora a la poesía de lengua española un yo hiperbólico con una manifiesta propensión al gigantismo literario y profético, presentando marcados contactos con Rabelais, Nietzsche y las teorías del irracionalismo filosófico. Su fuente rabelesiana (precursora del surrealismo mundial) le llevó a coincidencias con César Vallejo (autor de Trilce en 1922), y con James Joyce, como lo prueba su poema Suramérica (1927), anterior a Finnegan’s Wake (1939). Pero su barroquismo desmesurado, consecuencia de sus tentativas de producir una obra genial y universal, y su falta de armonía estética, lo conducen a una desintegración de la materia poética y al desborde metafórico, en parte gratuito. Sin embargo, esos mismos elementos negativos le han permitido liberar lo poético de la retórica meramente lírica. Antonio de Undurraga.
Pregunta Antonio Avaria
Pregunta Antonio Avaria: “Pesaron en la formación de ustedes Los Gemidos y los otros huracanes de Pablo de Rokha?” Respuesta: “Indudablemente. Y le digo más, si a De Rokha le hubieran conocido entonces en Estados Unidos, habría significado una revolución en la poesía norteamericana. Un beatnik avant la lettre.” Luis Oyarzún.
De repente…
De repente Pablo de Rokha me dio su mano podrida, sí desde la última puerta de las últimas puertas, y como yo soy yo Pablo de Rokha, me asusté mucho, pero mucho, desde entonces siempre llevo toda la barba crecida, como los murciélagos elegantes; hoy no quiero encender mi cigarro porque puedo incendiar el mundo. Pablo de Rokha.
Sus poemas requieren…
Sus poemas requieren cierto estado de trance, y puesto en él, Pablo de Rokha tiembla y vomita como una montaña, repite quinientas veces la misma palabra y saca unas voces de profeta hebreo ebrio. Su libro Los Gemidos constituye uno de los mejores documentos de literatura patológica aparecidos después de la guerra en los países no afectados por este fenómeno de un modo directo: 800 páginas delirantes en formato mayor indican una agitación interna considerable. Y, sin embargo, bajo ese manto de locura, el puro metal de su talento logra, a veces, aparecer vigoroso, impetuoso, consistente. Alone.
En general, es indudable…
En general, es indudable que la risa cumple una función útil. Todos nuestros estudios han tendido a demostrarlo. Pero de ahí no se sigue que la risa acierte siempre, ni tampoco que se inspire en un pensamiento de benevolencia ni de equidad. Para dar siempre en lo justo sería menester que proviniese de un acto de reflexión. Ahora bien; la risa es efecto de un mecanismo montado en nosotros por una antiquísima costumbre de la vida social. Y este mecanismo funciona de por sí, no tiene tiempo de pararse a ver dónde da. La risa castiga ciertas faltas, casi del mismo modo que la enfermedad castiga ciertos excesos, hiriendo a inocentes y respetando a culpables, mirando siempre a un resultado general, en la imposibilidad de hacer a cada caso el honor de examinarlo separadamente. Henri Bergson.
La pipa es una señora…
La pipa es una señora jorobada, irónica y silenciosa. Como verdadera inglesa, desdeña las charlatanerías y los ademanes. Cuando hablamos demasiado, ella molesta, se apaga. La pipa es hermana de la habitación tranquila, de la noche de lluvia, del camino solitario, del conflicto económico. La pipa debe fumarse calmadamente, pensando en que se está fumando pipa. Cuando la encendemos con el espíritu frívolo entre una charla atolondrada de amigos, notamos de pronto que se ha terminado el tabaco y que no lo hemos fumado nosotros. Es que efectivamente nosotros no hemos fumado ese tabaco. Lo ha fumado la pipa. // Valparaíso es un barco. Siempre que recorremos sus barrios estrechos y agitados nos parece que estamos a bordo. Sus calles son los pasillos del vapor, y sus miles de casitas escalonadas en los cerros son los camarotes de cubierta. De noche cuando suena una bocina ronca, larga y triste, a los habitantes de Valparaíso les da miedo de que la ciudad zarpe y amanezcan todos en alta mar. Porque es indudable, un día Valparaíso va a zarpar. // No todos los hombres son autores de una pura, una sentidísima carilla en blanco. Es necesario haber escrito durante años con desenfreno, haber amontonado interminables manuscritos, haber sobrellevado la enfermiza pasión de la palabra escrita, para poder firmar con sinceridad una página en blanco. Yo tengo ya cuatro o cinco. Son tan íntimas, tan personales, que jamás me resolveré a publicarlas. Daniel de la Vega.
Uno de los exploradores…
Uno de los exploradores que han recorrido recientemente entre el Orinoco y el Amazonas, regiones de selva virgen donde ningún blanco había penetrado todavía, cuenta que para ganar el respeto y confianza de los indios tuvieron la idea de poner los discos que llevaban con ellos. Música negra, música de danza occidental, todo en vano. Por azar pusieron la Sinfonía n.26 de Mozart. Podemos ver hoy en fotografía a un hombre de la edad de piedra, escuchando girar ese pedazo de cera donde se ha depositado el producto más puro, más sutil de siglos de la cultura occidental. Es un rostro trastornado por la emoción. Gaetan Picon.
Toda forma de tiranía…
Toda forma de tiranía que existe en la actualidad, existe con nuestro consentimiento. A cualquier parte del globo que lancemos la mirada vemos el espectro de la tiranía. Quizás la peor tiranía es la creada para nuestro bien. No puede haber un bien común a menos que el individuo sea reconocido en primer lugar y ante todo, y hasta el último, el más débil de los hombres quede incluido en él. Henry Miller.
Doy por ganado…
Doy por ganado todo lo perdido, y por ya recibido lo esperado, y por vivido todo lo soñado, y por soñado todo lo vivido. La más viva congoja eché al olvido. Del sueño más feliz no he despertado, y agradezco la pena que me han dado que en flor de suavidad se ha convertido. La tristeza quemante del pasado tiene un color de sueño, parecido al de la fuga del amor logrado. Y es porque el ansia y la inquietud se han ido, al recordar que el cielo prometido comienza por la herida del costado. Juan Guzmán Cruchaga.
La poesía torna…
La poesía torna engracia todas las cosas: exalta la belleza de lo que es más bello, y confiere belleza a lo que es deforme; marida la exultación y el horror, la pena y el placer, la eternidad y la mudanza; obliga a unirse, bajo su yugo ligero, las cosas más irreconciliables. Transmuta todo lo que toca, y toda forma que se mueve en el círculo de su acción radiante se convierte, por maravillosa simpatía, en encarnación del espíritu que ella exhala; su misteriosa alquimia trueca en oro potable las aguas envenenadas que arrastra la muerte través de la vida; arranca del mundo el velo de lo cotidiano y pone al descubierto la belleza desnuda y durmiente, que es el espíritu de sus formas. Percy B. Shelley.
Baudelaire es…
Baudelaire es verdaderamente la figura suprema de la poesía moderna de cualquier lengua, pues sus versos y su lenguaje son lo que más se acerca a la renovación completa que hemos experimentado en poesía. T.S. Eliot.
Leopardos irrumpieron en el templo…
Leopardos irrumpieron en el templo y se bebieron el vino de los cálices sagrados. Esto aconteció repetidamente. Al final se descubrió que era posible preverlo. Desde entonces formó parte de la ceremonia del templo. Franz Kafka.
Siempre he sospechado…
Siempre he sospechado que las excomulgadas pinturas de Picasso, el primer surrealismo de Aragón y los versos sepulcrales y herméticos de Neruda hicieron más por el marxismo que muchos entusiastas partidos estalinistas del siglo xx. Abelardo Castillo.
Llorar…
Llorar a lágrima viva. Llorar a chorros. Llorar la digestión. Llorar ante las puertas y los puertos. Llorar de amabilidad y de amarillo. Abrir las compuertas del llanto. Empaparnos el alma, la camiseta. Inundar las veredas y los paseos, y salvarnos a nado de nuestro llanto. Llorarlo todo pero llorarlo bien. Llorarlo con la nariz, con las rodillas. Llorarlo por el ombligo, por la boca. Llorar de amor, de alegría. Llorar improvisando, de memoria. Llorar todo el insomnio y todo el día! Oliverio Girondo.
“Todo hombre es extranjero”
“Todo hombre es extranjero” me dije apenas toqué suelo mexicano. Al comienzo, tal vez no fuera esa consigna más que una bandera de defensa. Me aseguré: El hombre es siempre un extranjero. A los pocos días, cuando sentí que la mirada se me abría en éxtasis permanente, que la curiosidad rebasaba sus límites aparentemente frívolos, y que una suerte de amor se me derramaba como un alcohol desconocido, comencé a vivir aquellas palabras con que yo mismo hiciera mi recibimiento. Sí, así es. El hombre es un extranjero. Cada cierto tiempo debería obligarse a los hombres a emigrar: es preciso que sepamos y realicemos en nuestra vida esta intuición: ser extranjero. Ay de aquel que se arraiga y, pasados los años, empieza a predicar la apología de lo propio! Hombre viejo, hasta cuándo podrás mantener esta ilusión? Eduardo Anguita.
Por grande que fuera…
Por grande que fuera la influencia de don Luis de Góngora, también tenía detractores. Uno de ellos, el portugués Manuel de Faría y Soussa, al elogiar a Camoens atacó rudamente a Góngora. Los gongoristas del mundo entero se sintieron afectados por la ofensa hecha a su maestro, y salieron en su defensa. Lo que hoy se considera como el mejor ensayo en elogio del culteranismo fue una contestación escrita por un indio que vivía en medio de los Andes peruanos, en un pueblecito de nombre Calcauso. Este indio, llamado El Lunarejo porque tenía un lunar en la cara, tuvo una vida notable. Era un joven desconocido cuando, al visitar el obispo del Cusco su pueblo natal, recitó un poema en alabanza de Su Reverencia. El eclesiástico se llevó el niño al Cusco, lo mandó a la escuela y luego a la universidad. El muchacho tenía la inteligencia precoz. “A los doce años tañía con habilidad y despejo diversos instrumentos musicales, a los catorce, componía autos y comedias, a los dieciséis desempeñaba una cátedra de Artes”. Con el tiempo fue conocido como el Doctor Juan Espinosa y Medrano (1632-1688), el orador más brillante del Perú y exquisito escritor conceptista. En su gran Apología en favor de Góngora (1662) se revela como crítico penetrante con profunda comprensión de la poesía y clara percepción en el dominio del arte. El Lunarejo comprendió el mensaje de Góngora, su brillante imaginación, su dominio de las palabras y su motivo para enriquecer la poesía española con formas latinas. Fue el primero en advertir que había grandes semejanzas entre don Luis de Góngora y los escritores cordobeses del imperio romano, Séneca, por ejemplo, observación que ha sido utilizada desde entonces por casi todos los historiadores de la literatura. Arturo Torres Rioseco.
Aunque el gongorismo…
Aunque el gongorismo sea una estupidez, Góngora era un poeta; porque hay en su obra, en toda su obra, ráfagas de verdadera poesía. Con estas ráfagas por metro habéis de medirle. Antonio Machado.
Probablemente el fariseísmo…
Probablemente el fariseísmo académico nunca dejará de lanzar sus iracundos anatemas contra Góngora. Muy bien. Pero tampoco ha de extinguirse la raza de seres que, diseminados por todos los rincones del mundo, escuchan, atentos y anhelantes, toda voz de belleza. Ellos son los que tienen entendimiento y lengua para juzgar, y corazón para querer. Para ellos, las Soledades de don Luis de Góngora. Dámaso Alonso.
A veces el arte…
A veces el arte preludia íntegramente su época y produce en un siglo obras para cuya comprensión, valoración y disfrute se requiere otro siglo. Oscar Wilde.